El post sobre tipografía fue muy bien recibido. Bienvenidos a mis nuevos lectores. Espero seguir compartiendo material que les sea útil.
Me voy a arriesgar un poco, compartiendo algo muy personal con ustedes. He estado agonizando en como seguir con el siguiente articulo, sobretodo por el éxito del anterior (865 visitas hasta el momento). ¿Por qué? Tengo gran temor al fracaso, sobretodo al fracaso publico. Quien no teme al fracaso, me podrán decir. Bueno creo que para una persona con dislexia esto toma otra dimensión. Son incontables los momentos en que mis dificultades han sido expuestas, y la profunda pena que me genera. Hace unos dias tuve que elaborar una carta a mano para un tramite. Esto tan cotidiano no puedo evitar sentirlo como una prueba. La redacción fue lenta, y muy cuidadosa, como si fuera algún tipo de cirugía, o mejor dicho, como estar en un trapecio sin el beneficio de una red de protección, como lo es el corrector de palabras de una computadora o celular.
Si, me intimida el éxito. Es horrible decir esto, por que es horrible admitir inseguridad. Por años aprendí, a un gran precio emocionar, evitar situaciones que me pudieran exponer. Primero muerto que declararme disléxico. Después de varios golpes duros, y de años de ansiedad y depresión, ahora puedo hablar abiertamente. Aún así me queda el temor a fallar.
Gente cercana a mi, que reconoce mi inteligencia, pensaban de estos miedos como mera inseguridad. Ahora comprendo que esta inseguridad no es una debilidad en mi personalidad, o una falta de fuerza de voluntad. Es algo que se instala desde las escuelas en donde fallar o no dar respuestas correctas es el más grande pecado. He pasado por un lento proceso para desaprender esto, y comprender que los errores son profundamente pedagógicos si los sabemos aprovechar. En la vida, y no tanto en la escuela, aprendí a reconocer mis talentos, y a comprender mis retos sin minimizarme, esto es una labor de todos los días. Son como los quehaceres en la casa, o como el aseo personal. Para mí esto va más allá de una cuestión de autoestima baja, es el aprender a vivir en un mundo que le cuesta dificultad reconocer las diferencias, y desarrollar la fortaleza para ir por la vida con otra manera de pensar, de escribir y de expresarse.
Es un error describir a la dislexia como enfermedad, le da un enfoque excesivo en las limitaciones. En terapia me interesa más ayudar a que niños, niñas y jóvenes descubran su potencial, y no buscar la manera de arreglarlos. Ofrecer apoyo para que avancen más allá de sus limitaciones no es lo mismo que arreglarlos. En su proceso educativo habría que enseñar a que sean resilientes; aunque noten diferencias en su capacidad de presentar respuestas correctas en exámenes a comparación de sus compañeros, esto no indica nada sobre su inteligencia. Vivirán con temores e inseguridades, mas esto no indica una debilidad moral, una falta de fuerza de voluntad, y si implica averiguar qué hacer con los miedos sin que nos paralicen.
Una gran motivación personal de este blog es para hacer algo con estos miedos. Hacer algo poderoso, primero saber que no estamos solos con estos sentimientos, y segundo, que podemos lograr hacer flores de nuestras penas.
¿Se identifican con estas palabras? ¿Han vivido el temor de otra manera? ¿Cómo se han fortalecido gracias a estos retos emocionales? Por favor compartan sus opiniones en la sección de comentarios abajo.