Hay momentos personales en donde no me alcanzan las palabras. Situaciones en donde hay que expresar frustración, tristeza, alegría. Me llegan una marea de pensamientos desordenados quizá durante una discusión, al expresar desacuerdo, al querer expresar formas de sentir, y en ese momento una se sobrepone sobre otra, todo parece importante, y confuso, y después de hablar, me quedo con la sensación de no haber sido claro, de dar pauta a que se malinterprete lo que dicho, o no decirlo todo lo que pensé importante expresar.
La torpeza de mis mensajes me frustran, y puedo en veces frustrar o enojar a con quien hablo. Enojo con mi mente, y me escucho con desesperación. Es por esto que he optado decir mensajes personales por medio de cartas. Menos espontáneos, más tardado, pero en donde puedo dar cuenta de maneras de sentir más complejas. A veces la poesía me permite decir mejor. Seguido son cartas, para darme tiempo para acomodar mis ideas, literalmente, escribo lo que quiero decir, lo muevo, lo acomodo, le doy forma.
Eso en veces me hace dudar de hablar espontáneamente alguna reacción, alguna situación. Aunque no me causa problemas seguido con otras personas, en ocaciones, cuando la conversación es personal y acalorada, me atoro, confundo, digo sin claridad, me frustro, me molesta que se me pierdan las palabras.
Supongo que no es único a los disléxicos, sin embargo me pregunto ¿qué tanto se identifican con esta frustración en la comunicación personal?
Hace tiempo me dijeron que no llegaba suficiente oxígeno a mi cerebelo, pero antes empecé a notar que las palabras que con fluidez manejaba, ya no las recordaba, venían todas revueltas a mi cabeza y escribía mal. Sí que se frustra uno, ahora debo fijarme bien, antes de enviar un mensaje o al hablar y a veces las personas n o me entienden. Gracias por compartir.
Aurora,
¡Muchas gracias por compartir! Esta frustración, no tenemos la oportunidad de compartirla. Alivia tanto saber que nos somos los únicos.